Mi bebé y sus primeras palabras
Alrededor de los 8 meses (en algunos casos, antes), los bebés empiezan a decir sus primeras palabras que siguen al balbuceo. Suelen emitirse de manera aislada y son sólo aproximaciones fonéticas a las palabras de los adultos, pero todas realizan una función. Estas primeras palabras, que se han contabilizado en torno a 50 en la mayoría de los niños, las utilizan para referirse a objetos o situaciones específicas.
Al principio, suelen ser difíciles de reconocer para los padres porque están condicionadas por las constricciones anatómicas que impone el aparato fonador del niño, pues en el recién nacido, la laringe que es el órgano que permite hablar, está situada más arriba que en los adultos y la lengua ocupa prácticamente toda la boca. Poco a poco, va descendiendo y, con ello, el bebé va ganando los mecanismos adecuados para articular los sonidos.
Qué quieren decir los bebés con sus balbuceos
Entender a los bebés en su primera etapa del desarrollo del lenguaje es un reto para sus padres y las personas que les cuidan. La confianza que el bebé ha depositado en ellos y el afecto que ha desarrollado este vínculo, alimentará su deseo de conectar con ellos y enriquecerá sus recursos para comunicarse. Mientras tanto, es importante que los adultos estemos muy pendientes de lo que nos quiere decir nuestro bebé para animarle en su esfuerzo por conquistar el lenguaje.
En esta aventura de "adivinar" qué dice, nos encontramos con tres características a tener en cuenta:
- Una palabra, muchos significados: la mayoría de las primeras palabras de los bebés cumplen unas funciones comunicativas especiales y una misma palabra puede tener muchos significados. Así cuando el bebé dice "agua" puede estar expresando que "quiere agua" o que "acaba de tomar agua" y los padres tenemos que adivinar, según el contexto, qué nos está diciendo exactamente.
- Capacidad de síntesis: Unas palabras empiezan, pero no acaban y otras acaban, pero no empiezan. Así es la capacidad de síntesis en la fonética. Por ejemplo, "oche" puede hacer referencia a "coche" o "yeyo" a Diego.
- Conceptos generalistas: Una misma palabra sirve para nombrar varias cosas que tienen algún parecido o semejanza. Por ejemplo, se ha observado que los bebés, en esta etapa, tienden a generalizar llamando a todos los objetos redondos "pelota".
Las palabras de dice tu bebé
Las primeras palabras se van a producir siempre en un determinado contexto marcado por circunstancias personales, temporales o espaciales porque en ellas función y referencia van estrechamente unidas.
- Personales. Papá, mamá y yo son las primeras palabras que aparecen dentro del referente personal. El bebé es capaz de identificarse a si mismo y a sus interlocutores más próximos que son papá y mamá.
- Temporales. Dame y ten aparecen en el tiempo con la misma fuerza que las personales. Con la palabra dame expresa petición y con ten ofrecimiento.
- Espaciales. Ven y más sitúan a las personas a las personas y a los objetos en el espacio. El bebé utiliza ven para solicitar estar acompañado y más para demandar continuación.
Cómo estimular el lenguaje del bebé
Existen otras razones que se imponen a la hora de la elección de algunas palabras en el primer léxico del bebé. Una de ellas tiene que ver con los gestos, el recurso comunicativo ha utilizado hasta ahora el bebé para comunicarse. Por este motivo, algunas de estas primeras palabras conviven en principio con los gestos. Este es caso de las palabras hola y adiós, que expresan el saludo y están acompañadas por gestos con la mano y, de sí y no, que manifiestan aceptación o negación y que suelen acompañarse con movimientos de la cabeza.
La frecuencia de aparición de las palabras en el entorno del bebé también es determinante, pues las palabras que los adultos más repiten al bebé son las primeras que adquiere. Pero lo que de verdad conduce al bebé a enriquecer su léxico es la intención de querer comunicar y surgen por su deseo de entender y categorizar su entorno. Así, se ha observado que, en los bebés con hermanos mayores, aparece entre los primeros puestos la palabra mío con una incidencia muy superior a los bebés primogénitos.
Tras la conquista de las primeras palabras, la evolución del lenguaje avanza de manera irregular. Al principio, el progreso es lento. Es capaz de repetir 50 palabras, aunque conoce el significado de unas 200. A partir de los dos años, sus progresos son espectaculares. Durante estos meses, el número de palabras conocidas aumenta mucho más que en cualquier otro período y éstas dejan de pronunciarse aisladas para formar frases.
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